Quiénes somos

Vengo de españa, soy un perro exótico, hay pocos como yo en Colombia. Aún estoy aprendiendo cómo ayudar a otros perros. Mi raza es un cruce de lobo checoslovaco y pastor alemán, por eso cuando me ves piensas “¡es un lobo de verdad!”. Tengo una mirada imponente y soy un poco controlador. Mis mejores amigos son Dakota y la pata Rosalía.

Hola, soy Aldo, caraqueño de corazón, aunque una parte de mi vida también fui americano, y ahora soy más paisa que ninguno. Llegué hace 4 años a Colombia para reencontrarme con mi amigo Balto y mi humano Efraín.

Soy demasiado dulce y paciente. Me encanta enseñarle a los perros y apoyarlos en su rehabilitación. Mantengo mis chackras bien alineados, por eso evito cualquier clase de peleas.

Me gusta conectarme con la naturaleza y los ambientes tranquilos. Junto a mí pueden practicar la meditación y engrandecer su espíritu.

Hola soy una pato perro, fui adoptada por el campus, este lugar es todo lo que soñaba. Tengo una vida feliz, soy la que manda la parada, nadie puede creer que una pata sobreviva en medio de tantos perros, pero no entiendo si yo no soy solo una pata soy un perro, creo que no entiende.

Yo solo te pido que si vienes a visitarme me traigas fresas y galletas, nadie llega de visita con las manos vacías. Me encargo de supervisar todos los espacios en el campus, de revisar que se haga el aseo que te atiendan como debe de ser. Soy algo atrevida con los perros, no me importa su tamaño y mucho menos si son esos tales agresivos, nadie manda más que yo.

Soy la burra Tomasa. Soy felizmente adoptada. Los humanos me sacaron de la clínica en la que me estaban recuperando. Toda mi vida fui de un criadero donde tenía muchos burritos. Un día me llevaron de urgencias a la clínica y mi burrito había muerto. Estaba muy enferma y mi tratamiento era muy largo, y querían que cruzara el arcoíris. Pero unas personas hermosas decidieron darme una segunda oportunidad. Ahí llamaron a mi humana Luisa, quien dijo que sí, que quería adoptarme. Ahora estoy aquí, feliz y disfrutando de mi libertad.

Superviso que tu bolso esté limpio de comida. Si traes comida, tengo que saber que esté deliciosa. Me encanta mirarme en el espejo, lo que a algunos les parece raro. No entiendo por qué. Soy hermosa… es imposible dejar de mirarme.

Hola, somos los pandilleros más elegantes del campus. Soy Dakota, una bulldog de 2 años, feliz y enamorada de la rehabilitación canina. Me permite sacar todo mi carácter y determinación. Ningún grandote me intimida, soy activa, me encanta correr y siempre estoy supervisando las labores de los constructores. No puedes subestimarme por mi tamaño, tengo un corazón de gigante.

Soy Junior, el pandillero más guapo. Soy el deseo de todos los que vienen a visitarme. Estoy tratando de convencer a los humanos de que soy buen mecánico. Superviso siempre que tu carro esté en perfecto estado cuando vayas a salir del campus. Por eso, debes tener cuidado antes de salir.

Mi mamá me ha enseñado a ser valiente. No le temo a nada. No me meto en problemas, pero cuando se trata de una evaluación por problemas de conducta, ahí estoy yo, listo para calmar a esos grandotes.

Soy el Pig Miguelucho, soy el más luchador y sobreviví casi 3 meses de los depredadores de las montañas de Envigado. No era feliz con mi familia anterior y decidí irme de casa. Soy silencioso y un poco gruñón, me encanta buscar tesoros debajo de la tierra, pero lo único que encuentro son deliciosas lombrices que me mantienen gordito y rechoncho.

Soy un minipig talla plus, así que no te confundas, los minipigs no somos tan “mini”.

Soy una Husky, llegué a la vida de mis humanos Luisa y Efraín después de que mi anterior humana decidiera darme en adopción porque llegaba con culebras y ratones muertos. Sí, me encanta cazar y vivir la vida al máximo, pero soy demasiado dulce y obediente. Cuando llegan cachorros al campus, soy la mamá sustituta de todos. Me encanta dar consejos a los más pequeños sobre el valor tan importante que tienen los humanos en nuestra vida